Cuando
comenzamos
este
relevemiento
con
mi
amigo
Juan
Bertevich,
jamás
se
nos
habría
ocurrido
encontrarnos
con
ejemplares
de
tarariras
grandes
tan
cerca
de
Capital
Federal.
Más
aún
cuando
al
día
anterior
a
nuestra
visita,
una
fuerte
tormenta
eléctrica
se
desató
sobre
Buenos
Aires
con
lo
cual
conjeturamos
que
la
pesca
sería
dificultosa,
sobre
todo
para
nuestras
esperanzar
de
pescar
con
señuelos.
Visitamos
el
renovado
pesquero
el
Faro
ubicado
al
lado
de
la
ruta,
German
y su
padre
lograron
la
concesión
desde
unos
meses
y
con
mucho
esfuerzo
fueron
mejorando
los
servicios.
Construyeron
un
quincho
enorme,
parrillas,
instalación
eléctrica
en
postes
para
acampar,
bajada
de
embarcaciones
con
cemento
y
malacate,
botes
totalmente
nuevos
en
alquiler
y
hasta
una
despensa
con
alimentos
y
bebidas
son
los
aportes
realizados
para
que
el
pescador
concurra
con
su
familia
o
sus
amigos.
La
pesca
la
realizamos
con
el
guía
Marcelo
Trabacio,
reconocido
por
brindar
anteriormente
sus
servicios
en
La
Saladita
de
Monasterio,
hoy
mudado
a la
laguna
de
Chis
Chis,
“se
cruzó
la
vereda”.
Navegamos
rápidamente
con
toda
la
potencia
de
un
Yamahita
40
HP
hasta
la
zona
de
Las
Tablillas
y
dedicamos
una
par
de
horas
a la
pesca
de
pejerreyes,
otra
altenativa
interesante
que
nos
ofrece
este
espejo
sobre
todo
bien
temprano
con
la
fresca
y en
aquellos
días
donde
hay
viento,
a
medida
que
va
incrementándose
la
temperatura
los
dientudos
complican
un
poco
la
pesca,
dicho
sea
de
paso
los
que
capturamos
los
guardamos
para
carnada
ya
que
considero
que
es
la
mejora
carnada
para
las
tarariras.
Con
un
pequeño
garete
ya
obtuvimos
el
primer
peje
de
medida
y
una
hora
de
pesca
una
logramos
una
decena
de
ejemplares
con
un
matunguito
que
estuvo
cerca
de
los
40
cms
obtenido
por
Marcelo.
Suficiente
para
demostrar
que
los
pejerreyes
están
presentes.
Luego
nos
dedicamos
a
las
tarariras
y
los
resultados
fueron
fabulosos
!!!!
Marcelo
se
acercó
con
una
caña
botador
entre
los
juncos
bien
cerca
de
la
costa
donde
había
entre
30 y
50
centímetros,
ahí
el
agua
calienta
más
rápido
y
las
tarariras
suelen
encontrarse
a
gusto.
Pescamos
desde
la
embarcación.
Marcelo
y yo
empleamos
boyas
PLOP
para
despertarlas,
mientras
Juan
fiel
a su
estilo
buscaba
entre
los
señuelos
alguno
que
pueda
tentar
el
ataque.
Encarnamos
un
anzuelo
7/0
de
pata
larga
con
medio
dientudo
y
comenzamos
los
lances
siempre
moviendo
con
tirones
fuertes
para
provocar
el
ruido
en
superficie
e
incitar
el
ataque.
Y
estaba
difícil
el
pique
nomás
como
habíamos
previsto,
ni
Marcelo
lo
podía
creer
manifestando
“aca
me
canse
de
pescar
hace
poco”,
pero
claro
con
días
previos
de
buenas
condiciones
climáticas.
Aun
así
sacamos
las
dos
primeras
que
demostraron
todas
sus
fuerzas
con
lindas
corridas
pero
sin
saltos,
raro
para
esta
especie,
seguramente
estaban
un
poco
aletargadas
por
el
frio
del
día
anterior.
Con
señuelos,
Juan
los
cambiaba
constantemente
pero
no
lograba
tener
ni
un
toque.
Marcelo
nos
hizo
cambiar
de
lugar,
esta
vez
bajamos
de
la
embarcación
y
caminamos
unos
metros
hasta
una
zona
con
costa
limpia
y
muchos
juncos
cerca.
Otra
vez,
la
pesca
estaba
difícil,
no
picaban,
sin
embargo
al
ir
haciendo
ruido
con
las
boyas
escuchamos
tremendos
saltos
o
borbollones
bien
dentro
de
los
juncos,
con
Juan
sospechamos
que
eran
carpas,
algo
totalmente
descartado
con
el
primer
pique,
una
corrida
lenta
y
constante
de
la
boya
hacia
los
juncos
nos
delataba
el
primer
pique
en
este
lugar,
la
deje
correr
un y
clave,
la
caña
se
quedó
“plantada”
y
comenzó
a
sonar
la
chicharra,
la
tarucha
gano
los
juncos
y se
fue,
me
quede
azorado
por
la
fuerza
del
pez.
Con
Juan
nos
miramos
y no
lo
podíamos
creer,
estaban
ahí
y
parecían
muy
grandes.
Repetimos
el
procedimiento,
lanzamos
bien
cerca
a la
pared
de
juncos
y
recuperamos
el
aparejo
con
tirones
para
que
la
carnada
suba
y
baje,
hasta
que
¡PLAF!
Otro
ataque
esta
vez
hundió
la
boya
completamente
y
cuando
se
quería
meter
entre
los
juncos
apure
la
recuperación
del
aparejo
para
ganarle
la
pulseada,
y
esta
vez
sí
logre
sacarla
a la
zona
de
agua
limpia
donde
nos
dio
una
batalla
fenomenal
con
tres
corridas
sacando
nylon
inolvidables!!!
Luego
de
la
captura
de
la
primera
gigante,
hicimos
el
ritual
de
la
foto
y la
devolución,
la
tararira
nos
regaló
un
hermoso
chapuzón
de
despedida
con
una
mojada
y
embarrada
de
la
ropa.
Nada
mas
lindo
que
ver
como
se
alejó
dejando
un
surco
en
el
agua.
Cabe
la
pena
aclarar
lo
que
dispone
el
reglamento
para
esta
especie.
“Durante
los
meses
de noviembre
y
diciembre se
permitirá
la
pesca
deportiva
los
días
sábados,
domingos
y
feriados
solo
con
DEVOLUCION
EN
EL
MISMO
LUGAR
Y
CON
EL
MENOR
DAÑO
POSIBLE. Durante
el
mes
de enero (los
días
sábados,
domingos
y
feriados)
se
permitirá
la
extracción
y
sacrificio
de
hasta
tres
(3)
ejemplares
por
persona
y
por
día”.
Luego
de
este
hermoso
pique,
se
hizo
moneda
frecuente
la
pesca
de
grandes
ejemplares.
Tremendo
lagartos
tomaron
carnadas
como
trozos
de
dientudo
y
sabalitos,
siempre
empleando
boyas
PLOP
y
moviendo
la
carnada
constantemente.
Daba
miedo
tomarlos
con
las
manos
con
esos
dientitos
!!
El
pique
no
estaba
fácil
y
con
señuelos
no
tuvimos
ningún
pique,
pero
seguramente
en
poco
tiempo
más
van
atacar
los
artificiales.
Cuando
se
larguen
a
atacar
artificiales
va a
ser
imperdible
ver
estos
taruchones
devorar
señuelos.
Todas
las
capturas
fueron
devueltas
a su
medio
y
vuelvo
a
recordarlo,
la
pesca
es
con
devolución
obligatoria.
Vayan
por
estos
trofeos,
cerquita
de
capital
federal,
tan
solo
140
km
nos
separan
de
estos
trofeos
y
con
excelente
servicios.
Desde
la
costa
del
pesquero
salieron
algunas
carpas,
pejes
y
tarariras
por
la
mañana.
Un
hermoso
atardecer
nos
encontró
tomando
mates
en
el
pesquero
junto
a
mis
amigos,
debajo
de
una
sombrilla
de
paja
fue
el
epilogo
de
este
hermoso
día
inolvidable
Pesque
y
devuelva
!!!
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