Un año difícil para el litoral argentino, lamentablemente la inundación cobro magnitudes poco vistas provocando graves daños y miles de evacuados, afectando también al turismo, pero al fin llegó un alivio y las aguas están comenzando a retomar su cauce normal y esto trajo buena pesca a la zona del Paraná Medio.
Las buenas noticias, partieron de la boca de nuestro guía referente en la zona, Juan Pieruzzini, quien nos invitó a relevar la bonita localidad de La Paz ubicada en Entre Ríos al límite con Corrientes.
Se peuede llegar recorriendo las autopistas: Buenos Aires - Rosario, Rosario - Santa Fe, cruzamos el túnel subfluvial para arribar a Paraná. Luego de transitar 168 Km hacia el norte por la RN 12 llegamos, de madrugada, a nuestro destino. En total recorrimos 650 km. Preferimos esta ruta antes de transitar la RP 6 la cual posee más baches, si bien es cierto que por esta vía nos ahorramos 120 kilómetros.
La madrugada nos sorprendió llegando a nuestro destino, donde la clásica silueta del dorado nos recibe al ingreso de la ciudad, en esta zona se respira pesca desde el primer momento.
Nuestro anfitrión nos esperaba ya con la embarcación lista, subimos las cosas de pesca y comenzamos nuestra jornada.
Primer día: con carnada
El río se encuentra en bajante después de casi seis meses de nivel muy alto, lo cual favorece la pesca.
Programando 2 días de pesca, decidimos dedicar el primer día a la pesca con carnada, para lo cual nos dirigimos aguas abajo, buscando realizar la pesca al golpe contra las costas, el Paraná presentaba numerosas opciones para esta modalidad pues encontramos muchas correderas conformadas por el socavado de las aguas o por desagües de arroyos, por lo tanto no fue necesario navegar mucho, una vez que llegamos al Paraná, comenzamos el garete cerca de la costa y lanzamos las morenas o cascarudos hacia la costa, apenas lastramos los aparejos con plomos pasantes de 20 gramos.
Una vez lanzado, es importante dejar derivar la carnada y frenar la deriva para luego volver a liberarla de esa manera le damos vivacidad al cebo y así se producían los ataques de los dorados, que no se hicieron desear. Muchos piques se produjeron a la caída de la carnada, cuando el ruido alerta a los cazadores y se lanzaban al ataque.

Luego de varias capturas medianas, navegamos unos 200 metros hasta una zona con una corredera muy fuerte, nos amarramos a una rama saliente de un árbol cerca de la costa y lanzamos al comienzo de la corredera, cuando las carnadas entraban en la turbulencia y tomaban velocidad, eran sistemáticamente atacadas por hermosos dorados, pero la clavada no era sencilla perdiendo algunos piques, dejamos que el pez tomara la carnada y lo lleve durante 15 segundos para luego trabar la salida de nylon y luego de recuperar y tensar el nylon, le propinábamos varios cañazos para traspasar la dura mandíbula de los dorados. Si el pirayú saltaba era señas de que estaba clavado, pero si no lo hacía, lo más probable es que viniera hasta al lado de nuestra posición y luego se liberara.
Los dorados nos dieran una batalla impresionante pues a la habitual combatividad, había que sumarle la fuerza de la correntada al estar pescando desde una posición fija.

Al mediodía, comimos una vianda a bordo en un parate del pique.
Rápidamente se consumieron las morenas, carnada irresistible para los dorados, sin dudas la mejor, tuvimos que optar por cascarudos vivos pasando el anzuelo por la cola y dejándolos vivos o con trozos de anguilas.
A la tarde, relevamos una zona de bajos con veriles pescando al garete o píndá, modalidad que permite recorrer mayor distancia en busca del pique, fue así que conseguimos obtener el único surubí de la jornada, que rozo la medida mínima y que como todas las capturas fue devuelto a su medio.
Segundo día: con artificiales
Ya con la nota asegurada en la primer jornada, dedicamos nuestro segundo adía a la pesca con artificiales.
Para esto, navegamos aguas arriba hacia Esquina hacia la zona del Arroyo Espinillo, buscando las caídas de agua negra (agua transparente) que al encontrarse con las aguas oscuras del Paraná conforman un lugar ideal para que los dorados asechen a sus presas, ocultos detrás de las aguas oscuras, se lanzaban sobre las presas que veían y volvían a ocultarse.
Comenzamos la pesca en baitcast con cañas livianas con reeles del tipo huevito, con señuelos de media agua articulados o con rattling (sonajero interno) a los cuales les colocamos u leader de acero para evitar cortes.
Los lances los hacíamos hacia las aguas claras y luego lo recuperábamos pasando por las diferencia de aguas donde tuvimos varios ataques. También tuvimos respuestas lanzando contra la costa y entre las plantas caídas.
Juan no pudo con su genio y armo su caña de flycast de acción número 6 y línea de hundimiento, un lindo streamer de producción casera fue suficiente engaño para que los dorados lo ataquen, algunas veces cuando caía la mosca contra la orilla y otras veces picaban en la diferencia de agua.

En lugares cerca de la costa donde el agua corre fuerte, empleo moscas lastradas y línea de 200 grn, obteniendo así las mejores capturas.
Como se darán cuenta, la pesca se recupera en el Paraná Medio y es de esperar que el río siga bajando con lo cual seguirá habiendo condiciones favorables para el pique.
Agende una visita, capture y libere!!!.
Equipos de pesca: para la pesca con carnada: caña Caiman 2 de 20 libras de potencia y 2 metros longitud con reel rotativo Cronos 40 con capacidad de 140 metros de nylon de 0,40 mm. Para baitcasting: reel Zeus 200 del tipo huevito cargado con multifilamento flounder de 0,18 mm. Para Fly cast: empleamos caña de grafito Flounder Leuful 210 en 2 tramos de 2,10 metros, potencia de 15-35 libras
DATOS ÚTILES, GUÍAS DE PESCA: Guia de pesca: Juan Pieruzzini. Teléfonos: 03437 – 15413421. Dirección Postal: Pedro Garcia 65, La Paz(CP: E3190) ARGENTINA E-mail: mailto:21pescadeportiva@gmail.com" rel="nofollow -