Y REGRESÉ CON LOS POSTS DESDE MI GUALEGUAY QUERID

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Tarde dominical, ideal para dormir la siesta. Alguna torcacita anuncia que La Solapa recorre su terruño. Calor...
Luego de un par de mensajes con el Pablo, coordinamos la salida para buscar el preciado tesoro de los arroyos y lagunas. Esta vez nos acompañaría Leo, debutante en estas huestes. El camino, por demás polvoriento, nos conducía a un arroyo "atestau" de taruchas... El mate, infaltable en cada viajecito, nos hacía sentir el rigor de los 30 largos de temperatura exterior, pero que importaba, la amistad y charlas se sellan con unos buenos amargos. 
Una vez en el arroyo, aún cargado de agua y luego de vadear caminando entre el bañado para llegar a la costa, comenzamos con los primeros tiros, Volaban los señuelos al agua. Uno, cinco, diez tiros, y seguir caminando por la orilla. Lo .unico que rompia la tensión superficial del agua eran las mojarras, millones por todos lados. Alguna rana, grande como una nutria, (capaz exagero un poco, pero eran grandes) se zambullia a nuestro paso. No hizo falta debatir, con sólo un: "- Vamos al otro arroyo...- " bastó para emprender la retirada.
Otra vez al camino polvoriento a desandar la huella. Arribamos al "otro arroyo" y en el momento que estábamos por comenzar, pasa por el camino levantando una cortina de tierra el Terror de las Dientudas y compañia, saludos de rigor y a continuar con la premisa. Al primer tiro, Leo tiene el primer pique, una taru de las buenas, pero debido a su poca experiencia y ansiedad, se le fue... 
Leo y Pablo con rana de goma y yo con una cuchara con señuelo de siliconas, golpeábamos el agua. Y se empezaron a producir los piques, en su mayoría chicas y medianas, mas, la diversión estaba asegurada. 
El sol se aburrió de derretir las piedras y comenzó a bajar allá en el horizonte. Las tarus comenzaron su tarea destructiva. Las ranas de goma sufrían ataques letales, los señuelos de siliconas caían desvastados uno a uno bajo la presion de los afilados dientes de las tarus, 
Ya casi con los ultimos rayos de sol, la rana de Leo sufre el peor de los ataques... UNA VACA !!! No, pero debió serlo en otra vida. Como dirían los gurisitos: Mesejante bestia!!! Dejó una aureola enorme en el agua justo debajo de la rana, saludó y se fue... Una pena. Las tarus ya están con todas las ganas de morder señuelos y lo bueno es que sabemos ande' andan... Volveremos !!!