Con el guía Sebastián Ronín veníamos planificando una pesca en busca de los grandes de Berisso. Tras esperar que avance la temporada para buscar los pejes de mejor porte, creímos que era el momento ahora, en un día con vientos predominantes del sector Sur/Suroeste, que son las condiciones más favorables para este tipo de pesca. Como es sabido, los cardúmenes de pejerreyes hacen su ingreso al estuario cerca de las costas, en una franja de 3000 metros desde la orilla, por esto se los puede buscar en Palo Blanco (costa argentina), aunque este año también se dio la pesca hacia la zona de Hudson.
Salimos en búsqueda de los pejes con cañas telescópicas de 4,20 a 4,50 metros, reeles frontales cargados con multifilamento de 0,12 a los 0,18 milímetros, línea de dos o tres boyas chupetonas (en nuestro caso empleamos de la marca Cauque) o cometas grandes de 12 centímetros, más bigotera. Los aparejos estaban armados con distancias de 1,60 metros entra cada boya, anzuelo Numero 1/0 – 2/0. Entre las carnadas, nuestra oferta fue la mojarra vida, salada, filete de dientudo o la combinación de estas.
La pesca la realizaríamos al garete, colocando dos anclas de capa grandes en proa y popa que armaron una excelente calle de ceba para atraer a los peces. Apenas gareteamos unos metros y Sebastián pidió cámara, un hermoso matungo ya cabeceaba en superficie, se notaba la fuerza de este ejemplar muy combativo. Al subirlo nos dimos cuanta porque, era un matungo de 45 centímetros, un auspicioso arranque. Por un momento pensamos, ¿será casualidad un ejemplar tan grande y tan rápido?, duda despejada prácticamente 5 minutos después, cuando otro pescador luchaba con otro matungo de novela de similar longitud. El tercer pique fue para quien relata, ahí la última boya giro y al clavar a unos 50 metros se vio el salto del pez. Pensamos en un doradillo, pero en realidad fue una hermosa manduva, que junto con patíes aún podemos capturar, porque le falta un poco menos de temperatura al agua.
Los piques eran muy francos, los pejerreyes no dudaban en comer y obtuvimos varios dobletes y hasta un triplete. El sector de la proa fue favorecido porque la calle de ceba se dirigía hacia allí por efecto de la correntada y el viento, fue así como los pescadores de la parte trasera de la embarcación tuvieron mejores respuestas ya sea en cantidad y calidad.
Fabián Calderón, también guía de la lancha Tobi, estaba al lado, ubicado en la proa y observo el detalle de la calle de ceba. Cuando los pescadores estaban con sus aparejos fuera por capturas simultáneas, aprovecho la situación y arrojo su aparejo hacia el sector de la popa, las boyas apenas se alejaron 20 metros y tuvo un claro pique en ultima boya. El pejerrey la llevó hacia la derecha y luego la boya quedó clavada semi sumergida, Fabián clavó y explotó el agua. Sin dudas, no hay nada más lindo que meter un matungo cerca de la embarcación. El pez se sacudió varias veces y luego salió disparado hacia la derecha, una vez más tuvimos que emplear el copo, elemento muy usado en esta jornada, para izar este terrible gran Berisso. La pesca fue excelente hasta el mediodía donde la falta de correntada hizo mermar un poco el pique, situación que cambio una hora después cuando comenzó la creciente. Recién a las 17 hs dimos por concluida esta exitosa pesca en aguas sureñas para emprender el regreso.
Servicios:
- Guía de pesca Sebastián Ronín Teléfono: +54 9 2214 19-4449 @sebaronin / Fabian: +54 9 2215 08-6923. Facebook: @HectorPezca.